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Asana, tan solo 1/8 en el Ashtanga Yoga

Actualizado: 12 nov 2019

Ashtanga Yoga, un estilo de Yoga se ha popularizado en el occidente en las últimas décadas, significa el Yoga de las ocho ramas. Ashtanga es una palabra en sánscrito compuesta por Astou: ocho; Anga: ramas. Las ocho ramas son:


1. Yama

2. Niyama

3. Asana (Las posturas, movimiento, nuestra práctica física)

4. Pranayama

5. Pratyahara

6. Dharana

7. Dhyana

8. Samadhi


Las ocho ramas en el árbol del Ashtanga Yoga se encuentran todas conectadas entre sí y a la vez forman una secuencia que van desde lo externo hasta lo más interno.



Las Asanas (posturas en sánscrito) tan sólo representan una (1) de las ocho (8) ramas que constituyen este árbol o método de Yoga. La realidad es que si bien es la rama que más llama la atención o nos atrae hacia el método, es importante conocer todas para poder cultivarlas con la misma dedicación que le ponemos a las posturas y así hacer que nuestro árbol del Ashtanga crezca fuerte y saludable.


Yama, Niyama, Asana y Pranayama son las primeras ramas y se enfocan en lo externo del individuo. Por ser las primeras ramas, o las más bajas del árbol, son también las que se encuentran en contacto directo con la raíz -nuestro arraigo o conexión con lo externo.


Yama, la primera rama, son los comportamientos que realizamos para regularnos al relacionarnos con los demás. Existen cinco Yamas:


1. Ahimsa: No violencia. Ser no violent@ en palabra, pensamiento y acción.

2. Satya: Veracidad. Ser verdader@ con los demás en palabras y acción.

3. Asteya: No robar. No robar propiedades o riqueza que le pertenecen a otros.

4. Brahmacarya: Celibato. Honestidad y fidelidad contigo y tu pareja.

5. Aparigraha: No posesiones. Ser no codicios@ ni avar@ con cosas e ideas.


La segunda rama, Niyama, son los compromisos con nosotros mismos y los principios que debemos de seguir en nuestro día a día. Los cinco compromisos o Niyamas son:


1. Sauca: Pureza. Mantener la pureza tanto externa como interna.

2. Santosa: Alegría. Ser felices con lo que tenemos.

3. Tapas: Autodisciplina. Enfocar la mente en nuestra práctica espiritual.

4. Svadhyaya: Estudio. Ampliar y continuar nuestros estudios más allá de las enseñanzas de nuestros maestros o gurú.

5. Isvara Pranidhana: Devoción. Significa la entrega a lo superior.


Como les menciono anteriormente, la tercera rama del método es la que más atrae o llama la atención hoy en día, de hecho fue para mi la rama que me introdujo al método y la que cultivé por muchos años antes de conocer el resto del árbol.


La práctica de Ashtanga Yoga tiene 3 series: primera serie, serie intermedia y serie avanzada (la serie avanzada a su vez se divide en a, b, c y d). Cada una de las series está conformada por muchas Asanas que siguen siempre el mismo orden o secuencia. La serie de Ashtanga se enseña y se practica, de manera tradicional, siempre en el mismo orden. Cada serie involucra sincronizar la respiración con una serie de posturas generando un calor interno y un abundante y purificante sudor que desintoxica los músculos y órganos internos. El resultado es una mejor circulación, un cuerpo fuerte y ligero y la claridad mental.


La primera serie fue y estudiada y desarrollada al detalle para que incluyera aquellas posturas terapéuticas que traen los mayores beneficios al practicante y debe ser aprendida bajo la guía de un maestro experimentado. Cada postura tiene beneficios físicos específicos que sólo pueden ser alcanzados bajo un método de respiración particular conocido como respiración con sonido.


Las posturas deben ser practicadas de manera gradual y constante para que con el tiempo se vaya desarrollando la práctica. La perfección no llega de la noche a la mañana y requiere de mucha dedicación, disciplina, determinación y devoción.


Pranayama es la cuarta rama de este fascinante método. Su palabra significa el control de la respiración. En el Ashtanga Yoga la respiración es una parte fundamental de la práctica porque a través de una buena técnica podemos incrementar el oxígeno que entra a nuestro cuerpo y mejoramos en funcionamiento de nuestra actividad mental.


Las siguientes cuatro ramas: Pratyahara, Dharana, Dhyana y Samadhi, van dirigidas hacia lo interno del individuo -mente y espíritu. Después de haber conocido y practicado las cuatro primeras ramas, nos enfocamos en ir recorriendo el camino hacia lo interno. Estas ramas se encuentran en la parte de arriba del árbol porque están conectadas con lo superior.


A través del desapego con el mundo y enfocados en nuestra propia respiración (Pratyahara), estudiando la mente (Dharana), y en contemplación (Dhyana), podemos ir recorriendo el camino hacia la dicha y felicidad del estado de unidad entre cuerpo, mente y espíritu (Samadhi).


Cuando empiezas este fascinante camino en el Ashtanga Yoga, y vas evolucionando de lo externo a lo interno, te das cuenta que cada una de las ocho ramas constituyen el árbol de manera independiente, pero todas se encuentran interconectadas todas entre sí.



Escrito por Natalia Fernández

Socia fundadora y maestra de SHALA Ashtanga Yoga

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