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Un Gran Segundo Viaje a Mysore - India (Parte II de III)

Actualizado: 7 mar 2020

Si no has leído la primera parte de este artículo, te invito a que la leas antes de empezar esta parte: https://www.shala.mx/post/un-gran-segundo-viaje-a-mysore-india-parte-i-de-iii


A finales de diciembre la energía en Mysore estaba cambiando, muchas despedidas, ya el Shala se sentía más vacío y tenías menos tiempo de espera para practicar, pero también empezaron a llegar los nuevos alumnos que estarían solo el mes de enero.


En Gokulam, la urbanización o colonia donde nos quedamos la gran mayoría de alumnos cuando vamos a Mysore, se empezaban a ver muchos rostros nuevos y éramos bastante los occidentales que paseábamos (a pie o en moto) en las calles de la zona.


El 1ro de enero tocaba clase estilo Mysore, porque era miércoles, y no saben el gentío nuevo en mi grupo de entrada. Además de los alumnos nuevos, habían cambiado los horarios de las personas que practicaban más tarde en el mes de diciembre. Entonces pasé como hora y media esperando para entrar hasta que finalmente me paré sobre el mat. Por ser un nuevo mes, también cambiaron a los asistentes de Sharathji. En este punto eran nuevos alumnos, nuevos asistentes, nuevas estrategias para entrar al shala sin que perdieras tu lugar de llegada, nueva hora de salida de tu casa, nueva hora de llegada a tu casa, nueva rutina, y por supuesto nueva energía. Otra vez me tocó sacudirme la incomodidad del cambio, que es realmente la única constante, fluir y enfocarme en mi práctica.


Mi práctica el primer mes había evolucionado hacia un lugar que no conocía y estaba empezando a familiarizarme con estos cambios. Me sentía muy fuerte y flexible, también identifiqué como mis escápulas y caderas se estaban abriendo y mi espalda se encontraba muy flexible. Sensaciones que nunca había sentido a ese grado de profundidad. En el mes de enero mi cuerpo seguía cambiando, pero por la profundidad de arcos que estaba haciendo a diario, una vértebra (la última vértebra torácica) se salió durante un catching -para los que no conocen esta postura, catching es lo que hacemos después de hacer los arcos de pie (drop backs) y en donde el maestro te ayuda a que te tomes los tobillos, pantorrillas o rodillas con tus manos-. Es de las posturas más temidas por ser la postura más meditativa, o eso es lo que menciona Sharathji.


La explicación física o racional de este dolor repentino de espalda estaba directamente relacionado con un par de cosas:


  1. Físicamente hay una relación directa entre cadera y espalda. Mis caderas sí estaban más abiertas que antes.

  2. En Mysore mi práctica termina en Pasasana (la primera postura de la segunda serie) y normalmente en CDMX practico un poco más de segunda, dándole oportunidad a mi espalda de estirar bastante y lo suficiente antes de los arcos.


La explicación emocional iba mucho más profundo que esto. Identifiqué momentos y situaciones de mi vida e infancia que había tapado y en las que tengo y quiero trabajar. Hay una conexión tan directa de cualquier enfermedad, dolencia o incomodidad física con las emociones que es sorprendente cómo al trabajar las emociones la manifestación física desaparece por completo. Y eso fue exactamente lo que me pasó; después de tres semanas de dolor intenso cada vez que hacía una postura de arco, el dolor desapareció por completo y esto ocurrió ya estando en CDMX. Eso significa que mis últimas semanas y prácticas en Mysore fueron prácticas llenas de dolor, frustración e incomodidad, pero llenas de crecimiento personal y aprendizaje. Así como la misma vida, la fuerza y el crecimiento vienen de la mano de la lucha y el esfuerzo continuo.


Me fui de India antes de la gran mayoría y mis despedidas fueron muy puntuales y especiales, pero la verdad es que como las relaciones y amistades que haces en Mysore son tan genuinas y significativas siempre quedas en contacto o con la sensación de que te volverás a ver. La foto que ilustra este blog es el abrazo de despedida con mi querida amiga y roommate Ari @arimelean. Con ella compartí risas escandalosas, anécdotas especiales, aprendizajes y recap diarios y detallados de la práctica, clases de chanting, frustraciones y llantos, música árabe de los vecinos, corazones enamorados, corazones rotos, chisme durante nuestros rides en moto al Shala y pare usted de contar. La extraño mucho, pero sé que nuestra amistad trasciende tiempo y distancia.


En la última parte de este artículo compartiré con más detalle sobre el día a día en Mysore India:

  • ¿Qué tal es practicar con Sharathji?

  • ¿Cómo es el lugar y zona en donde vives?

  • ¿Qué comes y en dónde? y otras cosas y detalles que quieras saber. Solo recuerda escribir en los comentarios antes del domingo 23 de febrero.


Continúa leyendo la Parte III a partir del lunes 24 de febrero 2020



Escrito por Natalia Fernández

Socia fundadora y maestra de SHALA Ashtanga Yoga

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